Respetando el valor de la historia en su producción, se depositan las uvas previamente despalilladas en las tinajas de greda, se muelen con el empleo de un simple pisón de madera y se espera por varios dias en maceración, para que se inicie naturalmente la acción de las levaduras nativas que producen la fermentación. Un par de semanas, es el tiempo de transformación del mosto en vino, que se ha obtenido sin intervención, tan solo observación y control. Luego el vino se mantiene en contacto con la piel de las uvas por dos o tres meses, de manera que espontáneamente sean liberados y descubiertos sus intensos colores y perfumes de frutos frescos, casi salvajes y de sabores testigos de estos maravillosos campos.
Maridaje: Gran señor que se casa fácilmente con carnes perfumadas a hierbas y especies. Lo hace con comida criolla y de alta gastronomía. De ella, prefiera piezas de caza, magras y rojas, liebres, jabalíes. Pavos de pluma negra y salvajes, gallinas araucanas y gallineta africana. Pato real y ganso de pasto. A los quesos, de oveja y maduros.